Un panorama industrial
La primera jornada del ALACERO Summit 2024 contó con la participación de Paolo Rocca como keynote speaker, quien destacó la situación de la industria del acero en América Latina, remarcando los desafíos de la fragmentación económica, la desindustrialización, la competencia desleal de China y dio un repaso en materia de descarbonización global.
“Estados Unidos, Canadá y México han tomado un camino de defensa de su industria, considerada estratégica, con un buen avance hacia la descarbonización. Esto permite un nivel de precios más elevado que el del mercado mundial. Por otro lado, Europa y Japón mantienen una línea de defensa, tratando de proteger sus industrias y promover la descarbonización mediante subsidios y barreras comerciales que cargarán impuestos compensatorios sobre las importaciones de acero y de otros sectores".
“En cuanto a India, -continuó Rocca- se ha consolidado como una potencia emergente que hoy representa el 8% del consumo mundial y, en 10 años, duplicará su producción, alcanzando el 17% del mercado global. India aprovecha su acceso al carbón barato, ignorando las presiones y costos de la descarbonización. En tanto China, ha alcanzado ya un nivel de consumo y producción equivalente al 50% del consumo mundial y no ha reducido su producción, lo que ha provocado que hoy vuelque al mercado internacional un excedente equivalente al 15% de la producción del resto del mundo, a precios inferiores a sus costos y dirigido hacia los países sin medidas de contención”, concluyó.
Los desafíos del desarrollo productivo de América Latina
En un contexto de creciente incertidumbre económica, el desarrollo productivo de América Latina enfrenta desafíos significativos. La fragmentación industrial y las limitaciones en las cadenas de valor afectan la capacidad de la región para competir en un entorno global.
En su discurso, Rocca abordó estos retos y planteó la necesidad de un enfoque renovado para fomentar el crecimiento sostenible y fortalecer el papel de la industria en la economía latinoamericana:
“El contexto de fragmentación de nuestra industria y de nuestras cadenas de valor en América Latina es aún mayor que en otras regiones. La región en su conjunto ha tenido un crecimiento económico limitado y sus economías, con la excepción de México, se han primarizado, reduciendo el peso y la relevancia de la industria manufacturera. Hace 15 años, las economías de América Latina, incluyendo a México, representaban el 8,9% del PIB mundial. En 2023, representan solo el 7,3%. El crecimiento per cápita ha sido del 10% en general, mientras que en Estados Unidos ha sido del 25% y en Europa del 15%. En los últimos 15 años, el peso de la manufactura en Brasil disminuyó hasta llegar al nivel actual de un poco más del 10%. Algo similar ha sucedido en Argentina y en otros países de la región. El consumo de acero per cápita de toda América Latina ha crecido muy poco: de 114 kg por persona a 119”.
Para finalizar con los desafíos, Rocca remarcó la necesidad de reglas de juego claras, una sólida gobernabilidad política, y mejores condiciones para el desarrollo del sector privado.
China como agente de primarización de la economía latinoamericana
Luego, Rocca destacó el impacto de China en la primarización de las economías latinoamericanas, señalando cómo su ascenso como potencia industrial ha reconfigurado el panorama comercial y productivo de la región. A medida que xpande su influencia, se generan tanto oportunidades como desafíos que requieren una atención crítica y un enfoque estratégico para fortalecer la industria local.
“China busca nuevos mercados para su excedente de capacidad productiva, fortaleciendo sus cadenas de valor en manufacturas y energías renovables. En este contexto, la creciente dependencia de China representa un riesgo para las cadenas de suministro globales, pero América Latina tiene la oportunidad de reposicionar sus cadenas de valor industriales, especialmente en el sector siderúrgico, mediante alianzas estratégicas con clientes y proveedores”, concluyó.
Transición energética: construir una inserción comercial
La transición energética se presenta como una oportunidad para la industria manufacturera en América Latina, ofreciendo ventajas competitivas al abordar la descarbonización y el impacto ambiental.
“La transición energética y la necesidad de descarbonizar la industria pueden convertirse en una ventaja competitiva para la producción en la región, especialmente ante las oportunidades de reshoring. Es crucial el apoyo de las comunidades locales para la licencia de operación de nuestras plantas. En un contexto de expansión y defensa del sector industrial, se puede planear una transición que incluya un aumento en el uso de horno de arco eléctrico y tecnologías como la captura de carbono. Estas medidas ayudarán a descarbonizar los procesos actuales y fortalecer la posición de la industria en el mercado”, subrayó.
El futuro del acero latinoamericano
De cara al futuro, Rocca planteó una agenda clave para la industria siderúrgica en América Latina, basada en alianzas estratégicas, competitividad y desarrollo sustentable.
“La industria debe formar alianzas entre los eslabones de su cadena de valor, enfocándose en crear oportunidades para el sector privado, reducir la carga del Estado y fomentar el emprendimiento privado. Es esencial promover la inserción internacional hacia mercados con los que compartimos valores y principios, dado que competir con China no es un terreno justo. Es importante la modernización e innovación de nuestros procesos para cubrir la gama de los productos más exigentes requeridos por nuestros clientes; la incorporación de herramientas digitales para aumentar la productividad y la competitividad de nuestras empresas; para facilitar la integración vertical con nuestras cadenas de valor”.
Para finalizar, Rocca sostuvo que “la descarbonización gradual de la matriz productiva es fundamental, aprovechando las ventajas competitivas locales para lograr una energía sostenible. También, es importante poner atención en las comunidades en las que estamos presentes, para reducir nuestro impacto ambiental, obtener su apoyo y contribuir para su progreso social, económico y educacional. Alacero, como asociación regional, debe liderar una agenda industrial que fortalezca la competitividad y facilite el acceso a mercados globales”.
Oportunidades para Latinoamérica en un mundo regionalizado
La primera jornada contó también con unas palabras de bienvenida de Martín Berardi, presidente de Ternium Argentina, quien remarcó que “tenemos un cambio relevante en el escenario internacional. El mundo se está fragmentando y regionalizándose cada vez más, redirigiendo las cadenas hacia proveedores más cercanos y seguros, más comprometidos con el medioambiente, con valores y respeto por las leyes del mercado. De la globalización extrema pasamos hacia una regionalización muy marcada. Esto representa una oportunidad para reindustrializar nuestras cadenas de valor. La producción de nuestro continente se está primarizando peligrosamente. La regionalización friend-shoring o near-shoring ya está alterando no solo los flujos de comercio, sino también nuevas inversiones en nuestra industria y en toda nuestra cadena de valor. Hay una oportunidad, hay que saber aprovecharla. Creemos en el valor de la industria para el desarrollo del continente. Argentina enfrenta cambios profundos con un 'reset' de la macroeconomía, lo que nos presenta tanto desafíos como oportunidades. Por un lado, debemos recuperar la competitividad como país. Por el otro, lograr una reintegración de manera inteligente con el mundo. Entendiendo el contexto de manera correcta y consensuada, podremos tomar, como industria, las mejores decisiones”.
El evento también incluyó paneles centrados en temas clave para la región. Ricardo Amorim, economista, moderado por Gustavo Werneck, CEO de Gerdau, abordó el desafío de la competitividad para América Latina frente a la creciente influencia de China, con un análisis específico sobre Brasil. Por su parte, Andrés Malamud, Investigador del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa, acompañado por Berardi, exploró las tensiones entre la dependencia económica, la autonomía política y los riesgos sociales en la región. Además, Rafael Lucchesi, Presidente del Consejo de Administración del BNDES, con la moderación de Sergio Leite de Andrade, Vicepresidente de Asuntos Estratégicos de Usimina, profundizó en la industrialización como motor para el desarrollo económico y social, tomando nuevamente a Brasil como ejemplo. Por último, se llevó a cabo un foro sobre descarbonización, enfocado en los desafíos tecnológicos y ambientales que enfrenta la industria hacia el futuro, del cual participó José Fonrouge, Global Sustainability Director de Ternium, como moderador.