Cuidar el planeta puede comenzar con pequeños gestos: cambiar cómo nos transportamos, qué compramos o cómoconsumimos. El cuidado del entorno cercano es el primer paso , pero la diferencia está en la suma de todos estos esfuerzos.
Este 22 de abril, Día de la Tierra, celebramos la coexistencia y cooperación entre ambas dimensiones, la individual y la organizacional, fundamentales para construir una cultura de cuidado. Repasamos tres ejes en los que esta cultura se materializa, tanto en micro como en macroacciones.
1. Cuidado del agua
Cerrar la llave al lavarse los dientes, reducir el tiempo de ducha o reutilizar el agua para otras tareas domésticas son pequeñas decisiones que nos llevan a una nueva conciencia: la de tratar el agua como un recurso finito (porque lo es). En México, por ejemplo, el consumo diario promedio es de 260 litros por persona, y más del 66% se destina al uso en regaderas y sanitarios.
En Ternium, reiteramos este compromiso en nuestras operaciones. Trabajamos con sistemas cerrados de recirculación, reutilización de aguas y tecnologías para optimizar su uso. El 53% del agua que usamos en nuestras plantas en México proviene de aguas residuales tratadas. Además, con iniciativas como Escuelas de Lluvia, sensibilizamos sobre hábitos de consumo y la captación de agua pluvial a comunidades escolares.
2. Descarbonización
Cada kilometro recorrido en automóvil emite 158 gramos de CO₂. Compartir el auto, optar por medios de transporte no motorizados o usar transporte público cuando sea posible son solo algunas formas de reducir nuestro consumo de carbono.
Replicamos este eje a gran escala en Argentina, con el arranque del Parque Eólico Vientos de Olavarría, que reducirá 127 mil toneladas de emisiones anuales de CO₂, y también en México, al aumentar nuestra capacidad de captura y reutilización de CO₂en un 50% respecto a 2017, lo que evitó la emisión de más de 280 mil toneladas.
3. Reciclaje
El reciclaje es un término que, a veces, usamos como comodín al hablar de cuidado al medio ambiente. Pero su verdadero sentido no se limita a desechar de forma correcta, sino a repensar el ciclo completo de los productos que usamos. Separar residuos, evitar productos de un solo uso o buscar formas de prolongar la vida útil de las cosas son acciones cotidianas que reconfiguran, poco a poco, la forma en que nos relacionamos con nuestro entorno y sus recursos.
En Ternium, el reciclaje forma parte estructural del modelo productivo. En 2023, reciclamos 2.9 millones de toneladas de chatarra para fabricar nuevo acero, y el 99.5% de los materiales utilizados (equivalente a 5.5 millones de toneladas) fueron reaprovechados o reinsertados en otros procesos industriales. Adoptar una lógica circular busca reducir el uso de recursos vírgenes y minimizar las emisiones derivadas de procesos extractivos.
Estas acciones, personales y colectivas, son parte de una hoja de ruta hacia una coexistencia más sustentable y sostenible en la Tierra. La convicción de cuidar al planeta no es ni debe ser solo un esfuerzo individual o doméstico, sino una tarea compartida y proporcional al impacto que generamos.Al final, la cultura de cuidado ambiental la llevamos de casa al trabajo y del trabajo a casa. Hoy, pero no solo hoy, apostamos por una forma de habitar el mundo más consciente, sostenible y cooperativa.