Jorge Pérez Chavarría y Patricio Quintana aceptaron el desafío profesional de llegar a la Argentina para trabajar un tiempo en la Dirección de Negocios de Ternium.
Aunque a veces extrañan los tacos y las salsas picantes, Jorge y Pato encontraron la forma de compensar esa ausencia. Cuando llegaron a Buenos Aires, sin escalas desde Monterrey, no sólo se encontraron con el calor de los abrazos argentinos, sino también con el vino, la carne, los alfajores y el dulce de leche. Hasta el mate, tesoro autóctono, que confesaron se llevarán con ellos de regreso a México.
Proveniente de la Red Comercial de Ternium en Monterrey, Jorge Alberto PérezChavarría, de 31 años, acaba de completar una experiencia laboral de seis meses en la Argentina. “En México, atendí un modelo de distribución retail con cartera de 25 clientes y un volumen de venta de 2,000 toneladas por mes. En Argentina me encontré con la misma cantidad de clientes, pero un volumen de 30,000 toneladas”, señaló tras unirse al equipo de Centros de Servicios y Tubos.
“En el aspecto profesional, ante todo, representó un lindo desafío conocer el mercado siderúrgico en el sur, ver cómo se maneja la gestión en Argentina, cómo es la relación con los clientes. Para mí, la experiencia de salir a la calle, conocer a la cartera que me tocó atender, los nichos de clientes, generar una relación con cada uno, fue todo un reto. Representó salir de mi zona de confort, explorar nuevos panoramas en el mercado y compartir información de México con Argentina y de Argentina con México para hacer un benchmark que pueda beneficiar a ambas partes”, apuntó.
A la hora de aceptar la oferta y armar las valijas para viajar junto a su esposa, Jorge tuvo muy en cuenta también el interés que le despertaba la Argentina. “Además de lo profesional, es muy importante el aspecto cultural, lo que se vive fuera de la oficina. A mí me gusta mucho conocer nuevos horizontes, la gastronomía y sus actividades recreativas como el fútbol. Convivir con los compañeros dentro y fuera de la oficina representó una experiencia completa que no voy a olvidar”.
“Un proyecto retador”
Aprovechar la oportunidad de hacer una experiencia laboral en otro país implica, ante todo, asumir el desafío de abandonar la comodidad del entorno y adentrarse en un ámbito distinto y desconocido. Patricio Quintana, de 26 años, lleva ya seis años en Ternium, donde inició como pasante aún mientras cursaba sus estudios y que lo llevó al área de Planeamiento Comercial. En Argentina aterrizó en el equipo de Propymes, el programa estrella de desarrollo de la cadena de valor.
“Desde el día 1 el trato fue súper amable. Todo el equipo estuvo disposición para ayudarnos. El ritmo de trabajo acá es distinto y la adaptación, así como fue un reto, también representó un aprendizaje” destacó.
Consideró que para esta experiencia es imprescindible contar con “curiosidad y apertura” frente al nuevo escenario que se presenta. “La adaptabilidad diría que es algo vital, un factor clave para estas experiencias. Hubo muy buena convivencia, una relación natural. Nuestras ganas de aprender, de explorar, nos ayudaron mucho a fortalecer la vinculación con los compañeros. El saber que esto es temporal o finito hace aprovechar el tiempo al máximo porque sabes que no vas a estar aquí para siempre”, añadió.
Una nueva aventura cada día
“Tanto Pato como yo vinimos con esa curiosidad, esas ganas de conocer la cultura argentina y siempre tuvimos disposición de decirle sí a todos los planes. Vamos a ver un cliente, vamos al partido de fútbol, vamos a una cata de vino, vamos aquí, vamos allá.Dentro y fuera de la oficina siempre tuvimos esa disposición de aprovechar el tiempo y tratar de verle todo lo mejor a las experiencias. Por esas ganas, cada día para nosotros fue una nueva aventura”, dijo Jorge.
“En mi caso, el aprendizaje fue más por un tema de habilidades soft porque pasé de un área técnica como Planeamiento, a tener que conectar a la gente, hablar con los dueños de las empresas para ofrecerles asistencias, hablar con todos los consultores, gestionarlos, potenciar mis habilidades interpersonales y lograr un profundo conocimiento del mercado. Trabajar en Propymes me aportó todo eso”, explicó Pato.
Estas asignaciones surgen para facilitar el intercambio de aprendizajes entre equipos, fomentando el desarrollo profesional de los colaboradores. Leonardo Ferreyra, Global Mobility Manager, comentó: “Nosotros los acompañamos en todo el proceso desde antes de irse, durante y también al volver. Esto es no sólo con los colaboradores, sino con sus familias. Una asignación internacional desarrolla al asignado en lo profesional y en lo personal: es una experiencia para todo el grupo familiar”.
A la hora de revisar en qué se parecen los mexicanos y los argentinos, tanto Jorge como Pato resaltaron temas como la amistad, la calidez, la convivencia y el trabajo. “Sobre todo, nos parecemos en la capacidad de reinventarnos”, dijeron.
Además, ambos pusieron especial entusiasmo en resaltar el valor de poder realizar este tipo de experiencias en la compañía: “Este tipo de oportunidades ayudan a construir una cultura Ternium, a juntarnos más entre países. Ayuda a que haya más comunicación, a conocer a más personas dentro de la organización y también a transmitir conocimientos”.