En nuestra cadena de valor hay muchos ejemplos de mujeres que, desde sus posiciones, están contribuyendo a romper los sesgos de género y a darle a la diversidad un lugar privilegiado en las agendas de discusión. Durante Expoagro 2022 hablamos con tres mujeres empresarias del sector agroindustrial que son clientes de Ternium y participan de ProPymes.
María Rosa Miguel es vicepresidenta de Metalfor y de Bertotto Boglione, fabricantes de maquinaria agrícola oriundas de la localidad cordobesa de Marcos Juárez, que actualmente emplea en total a 940 personas en total.
De profesión licenciada en Sistemas, casada con 3 hijos, fue distinguida en noviembre último como Mujer Agrolíder en el Fórum Nacional de Agronegocios. Lleva 25 años trabajando en el sector y nos cuenta cómo abordan la inclusión y diversidad desde su lugar.
“Tanto Metalfor como Bertotto Boglione tienen una postura inclusiva y ponen el objetivo en potenciar capacidades, sin importar el género”, nos cuenta, y agrega que “frente a una búsqueda laboral no se señalan requisitos de género e internamente se trabaja en brindar capacitaciones que permitan capacitar a mujeres en tareas históricamente consideradas de varones”. Ejemplifica esta acción a través de las capacitaciones que dan en la escuela de soldadura que han desarrollado, y en la que participan varones y mujeres indistintamente.
María Rosa destaca que el rol de la mujer en los últimos años ha ido cambiando y mucho, y cada vez están más incorporadas en la gestión en puesto de liderazgo. “Hoy tenemos mujeres trabajando en planta, en tareas operativas, ingenieras, técnicas. Es más común verlas en la oficina, pero no tanto en un piso de planta y por eso lo resalto. Esto es muy bueno porque hace que la mujer ya esté incluida y considerada una más en todo lo que es actividad industrial”, asegura la vicepresidenta de estas empresas líderes en el rubro agroindustrial.
Rosana Negrini es presidenta de Agrometal, empresa fabricante de sembradoras con más de 70 años de historia, que actualmente emplea a 450 personas en Monte Maíz, Córdoba.
Ella es contadora y licenciada en administración de empresas. Tiene 4 hijos y fue elegida en dos oportunidades (2020 y 2008) como la empresaria del año de la provincia de Córdoba por “Punto a Punto”, el máximo galardón que otorga la principal publicación de negocios de Córdoba. Lleva 35 años cumpliendo funciones directivas en la empresa.
Rosana destaca que Agrometal siempre tuvo la innovación como horizonte para el crecimiento y la mejora continua. “Somos pioneros no sólo en tecnología, sino también a la hora de romper estereotipos de género y de impulsar organizaciones más equitativas”, nos cuenta y agrega que “las mujeres ya ocupaban un lugar destacado en las áreas administrativas, pero con la pandemia nos decidimos a concretar el ingreso de empleadas a tareas de planta”.
“Hombres y mujeres somos diferentes, pero es en esa diferencia que nos enriquecemos” afirma y resalta que “con preparación y capacitación cualquier persona puede llegar adonde se proponga”.
Detrás de la convicción, también pesó una realidad a la hora de la incorporación de mujeres: la firma tiene 450 empleados en una localidad con apenas 10.000 habitantes. El crecimiento que tuvo el sector durante la pandemia, les exigió la incorporación de 150 colaboradores adicionales y se presentaron las dificultades de encontrar perfiles adecuados. “Al inicio había sólo dos o tres curriculums de mujeres formadas para esos puestos y decidimos probar que trabajaran con 250 hombres que ya había en la planta. En otros tiempos, ellas no se hubiesen animado a entrar, pero algo indica que los tiempos están cambiando porque la experiencia fue fantástica. Ahora tenemos 30 mujeres en planta" destaca la presidenta.
El ingreso de las mujeres a Agrometal trascendió las puertas de la fábrica. Rosana aclara que esta iniciación se replicó en otras empresas de la zona y ya se nota el impacto social que esto generó en el pueblo. “Muchas mujeres que se dedicaban a tareas domésticas o de cuidado se están animando a capacitarse y aspiran a un trabajo calificado para mejorar su nivel de vida. Estamos orgullosos de haber dado este puntapié inicial y seguiremos formando y empleando mujeres para poder contribuir a su desarrollo”, finaliza.
Luciana Mengo es socia gerente junto a sus hermanos y su madre de Silos Mengo, una empresa de Río Tercero fundada por su padre en 1972 y especializada en el desarrollo de plantas de almacenaje y equipos para el manejo de granos.
Ella es técnica en recursos humanos, tiene 2 hijos, y actualmente es presidenta de la Asociación de Fabricantes de Maquinarias Agrícolas de Córdoba (AFAMAC), siendo la primera mujer en ocupar ese cargo en la institución. Trabaja desde 2001 en el sector agroindustrial y hace 14 años que está en la función gremial empresaria.
En la empresa, Luciana está involucrada en distintas áreas, siendo la responsable de ventas y comunicación, como así también de los procesos relacionados con los recursos humanos. “Como en toda pyme de origen familiar y en plena expansión, muchas veces nos toca jugar en la posición que nos es requerida. En estos casos debemos ser flexibles y salir al campo”, afirma.
Desde su rol de empresaria, como desde el plano institucional, Luciana busca abrir espacios inclusivos y asegura que estamos atravesando un momento histórico. “Me encanta formar parte de esta transición. La incorporación de mujeres en puestos de toma de decisiones no se da aún de manera natural, pero vamos camino a ello. En el caso de los cargos institucionales, mi experiencia fue de lo más sana y fructífera: siempre me he apoyado en las personas que ya estaban en este camino, quienes de manera generosa me dejaron transitarlo junto a ellos”, nos cuenta.
Silos Mengo incorpora mujeres en el área administrativa desde hace mucho tiempo pero, frente a la dificultad para encontrar candidatas para las áreas operativas, y con el objetivo de promover su ingreso, están próximos a lanzar un programa propio de armado de estructura liviana que estará orientado exclusivamente a mujeres.
“A las mujeres que se están iniciando en este mundo o formando para ello les diría que caminen tranquilas y que no pidan permiso. La verdadera diferencia de género radica en que los hombres dan por sentado que tienen sus lugares de poder y las mujeres tenemos que luchar por ellos. Por eso mismo les puedo decir con total certeza que, siempre que se respeten los pasos a seguir y que se sientan seguras de los lugares que quieran ocupar, vayan por ellos”, señala como recomendación.